Hoy no sé de qué escribir.
Hay ocasiones en que tengo claro el tema, ese asunto, esa idea que lleva días dando vueltas en mi cabeza. A veces está directamente relacionado con la producción de RecordArte: el último episodio que publicamos, el guión que estoy escribiendo, la entrevista que acabo de hacer. A veces, no tiene nada que ver con el podcast y me da, o nos da la gana de escribir sobre cualquier otra cosa. Al fin de cuentas, este es un podcast sobre la vida, y ¿qué tema no tiene que ver con la vida?
Si todos nacimos, si todos respiramos, si todos, absolutamente todos, estamos viviendo una historia, cualquier tema que se relacione con el estar vivo y ser persona, tiene que ver con RecordArte.
Hoy quisiera decir, por ejemplo, que a veces es necesario aprender de la contradicción, ¿o vivirla? Estoy cansada y estoy, al mismo tiempo, sosegada en mi cansancio, cansada porque no tengo tiempo y tareas tengo muchas, porque el día se me va de las manos y se me esconde como un ratón escurridizo, pero sosegada porque hago esto, porque el tiempo que me queda lo exprimo como a un limón tieso, hasta la última gota, y lo pongo en algo que me da sentido: este proyecto, RecordArte. Me siento sola y a la vez, íntimamente acompañada. La vida social ha sido escasa los últimos años, pero la soledad nos hace aprender, como ninguna otra cosa en la vida, a poblarnos por dentro, a conversar con nosotros mismos, a descubrir esos recovecos y escondrijos que llevamos detrás de los ojos y de las costillas. Me siento la misma y a la vez, radicalmente diferente. Mirar al pasado y ver todo aquello que uno fue y que permanece, y también todo aquello que ahora es, y que siendo lo mismo dista tanto y se le parece tan poco. Siento, simultáneamente, un desencanto y una profunda fascinación. El gozo que se va evaporando de ciertas relaciones, ciertas circunstancias, los puentes que se van cayendo, quemando, haciendo viejos; y esa sensación de que lo que late aquí, en el pecho y en la palabra, ya no se encuentra, no se halla, donde antes solía estar, con quienes antes solía florecer. El desencanto, sí, y, sin embargo, la fascinación con la posibilidad, con cada ser nuevo que escucho, con la simple idea de encontrarme en otro o de que ese otro se encuentre en mí.
Por lo demás, ¿qué pasa en RecordArte?
Voy terminando el tercer guión de la próxima temporada. Hasta el momento son tres mujeres las protagonistas, tres mujeres que me tienen maravillada y conmovida. Terminaré este guión que ya se va cerrando y me lanzaré la próxima semana a nadar en el audio de la siguiente entrevista. Y que el proceso de escritura vuelva a comenzar.
No he podido decidir con qué historia seguir, están ahí en mis archivos, todas las entrevistas ya grabadas, y siempre me cuesta decidir cuál será la siguiente, siempre soy un poco así, lo quiero todo y lo quiero ya. La paciencia y el respiro son cosas que sigo aprendiendo.
A Mike le comento cada escena específica, le explico cómo la veo, cómo me imagino que suena, qué sentí en ese momento de la entrevista, y luego él se queda ahí, en su rincón de la casa, con sus guitarras y sus sonidos, traduciendo eso en música, hasta que de repente me llama, me pone los audífonos y ¡tarán! la escena tiene su propia banda sonora. Ese proceso me maravilla siempre.
Nos leemos en dos semanas.
Paola Cadena Pardo
Productora y fundadora
