SaludTQ❤ 27                   Javier Dols Juste

 

«Tu correo quincenal con pinceladas sobre Salud, Emociones y Felicidad»

 

Una pincelada  sobre Salud

Quiero aportar mi pequeño granito de arena al mundo de los adolescentes. Bueno, en realidad ya lo aporté con los dos capítulos que les dediqué en mi libro “Tu mejor medicina eres tú” : El cap. 150: “La adolescencia (I): esa gran oportunidad incomprendida”, y el cap. 151: “La adolescencia (II): a los adolescentes les ha tocado la lotería, solo que (quizá) no saben (ni los padres) qué hacer con el dinero”.

 

El otro día escuché a la pediatra más influencer de Instagram, Lucía Galán (@luciamipediatra), que los padres cuyos hijos van a empezar la adolescencia deberían prepararse igual de bien que los padres que van a ser padres por primera vez. O sea, que tendrían que empaparse de cursos, libros, vídeos y podcast.

 

Lo que quiero aportar ahora es una especie de mantra para repetirlo cuando sea oportuno ante alguna situación conflictiva con ellos: hijo mío, “no te entiendo pero te quiero”... “no te entiendo pero te quiero”. Y es que es tan beneficioso para el adolescente que lo escucha como para el padre que lo dice.

 

Hay conflictos y situaciones en el devenir de la adolescencia que no responden a nada lógico, y por tanto son difícilmente comprensibles... y eso un día tras otro, sacando de sus casillas al padre más templado. Es por ello que esta frase resulta incluso mágica, ya que hace que en los momentos más turbulentos llegue un mensaje claro de amor incondicional.

 

(NOTA: Algún día debería dar el salto a organizar coloquios para intercambiar opiniones sobre las ideas que expreso en las Newsletters, como esta que os acabo de decir ¿qué te parecería?)

 

Una pincelada sobre Emociones

Seguro que no conoces ni habías oído hablar de esta palabra alemana que no existe en español: schadenfreude. Está compuesta por la unión de schaden, que significa daño o desgracia, y freude, que significa alegría. O sea, que es alegrarse de la desgracia ajena. En español la palabra más parecida sería regodearse, definida por la RAE como “complacerse maliciosamente con un percance, apuro, etc., que le ocurre a otra persona.”

 

La he conocido en el libro del que ya os he hablado: “Universo de Emociones”, de Rafael Bisquerra. Comenta el dilema que supone incluir en la Galaxia de la Alegría una alegría que se debe a una idea maliciosa. Imaginad el caso extremo de alguien que se alegra por la muerte de otra persona.

 

Es otro ejemplo de como la emociones no se pueden clasificar en positivas y negativas. En este caso no se la podría etiquetar como positiva, por mucha “alegría” que fuese. Además, incluso puede que ni siquiera fuésemos nosotros los causantes de esa desgracia, sino que simplemente nos alegramos al enterarnos de lo que alguien le ha hecho a otra persona.

 

Suele ser una emoción oculta, porque nos cuidamos muy mucho de no exteriorizarla para no ser mal vistos. A veces no es por grandes desgracias, sino por cosas muy leves. Y puede ser acompañada por un sentimiento de odio hacia la persona que ha sufrido el mal. Dejar claro que esta emoción a quien hace daño en realidad es a nosotros mismos. Es como si nos autoinoculásemos algún veneno.

 

El antídoto sería mejorar nuestra empatía hacia los demás, sea quien sea, viéndolo todo desde la perspectiva del amor, el perdón y la gratitud. .

 

Y tú ¿cuántas veces has sido schadenfreude en este año que está a punto de acabar?

 

Una pincelada sobre Felicidad

En el apartado final “Recomendación de alguna publicación” verás que recomiendo “El pequeño libro del NO”, que a su vez me lo recomendó mi mentor Francisco Alcaide, autor entre otros de la trilogía superventas “Aprendiendo de los mejores”

 

¿Eres de los que le cuesta decir NO? ¿Cuántas veces te has arrepentido de no decirlo? ¿Eres consciente de que el tiempo no vuelve, y que si se lo dedicamos a algo por contentar a los demás, nosotros lo habremos perdido para siempre?

 

Como reza el subtítulo, contiene “365 formas de decir NO sin que nadie se moleste”. En realidad debería cambiarse el sin por la palabra intentando, ya que a veces es imposible que alguien no se lo tome a mal.

 

¿Y por qué lo comento en el apartado FELICIDAD? Pues porque de ello depende que muchas veces la perdamos por no haber sido valientes ni coherentes con lo que deseamos. A lo mejor hemos ido a una fiesta a la cual no nos apetecía ir y volvemos doblemente enfadados: por haber dedicado ese tiempo a la maldita fiesta + porque a su vez no hemos estado haciendo algo que teníamos que hacer.

 

Yo ya tengo muy claro que diciendo que NO estoy diciéndome que SÍ a poder dedicar ese tiempo a lo que me importa de verdad. ¿Vas a ser capaz de decir más veces NO en situaciones en las que antes decías que SÍ? Solo te pido por favor que no les digas que he sido yo quien te ha inculcado esta idea.

Recomendación de alguna publicación

“El pequeño libro del NO" , de Susan Newman.

Lo he comentado en la pincelada sobre FELICIDAD

 

Una frase corta, fácil de memorizar:

“En la escuela de la vida la gran maestra es la herida”

(Antonio Boinches)

***

 

Y hasta aquí este correo relacionado con el mundo de la salud, las emociones y la felicidad.  

Sed felices, buscad la paz y cuidad de vuestra salud

Os lo desea de todo ❤ corazón

 

Dr. Javier Dols Juste


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