|   saycheesetolife  |

 

mañana es nunca 

 

Una carta para vos que estás del otro lado

Para vos que estás del otro lado,
 

Cómo estás? Espero que muy bien y que no me hayas extrañado (o al menos, no tanto).
Habrás notado que estuve algo desaparecida en estos últimos envíos. No podía reconectar con ese formato que yo misma me había impuesto., sentí que tenía que cambiar la forma. Salir de la zona de confort, volver renovada y con más fuerzas. Así soy, muy a mi pesar, cambiante, poco estructurada pero la parte buena es que siempre me surgen ideas nuevas que constantemente necesito poner en práctica. Quieranme así :)

Hoy te quiero contar esta historia. Cuando era chica tenía amigos por carta. Pen-friends. Mi amiga Claudia me había contado de una asociación a la cual vos les mandabas tus datos (edad, dirección, país) y ellos te daban de tres a cinco direcciones de amigos por carta (pen-friends) para que te escribieras con ellos. En una época sin internet, escribir cartas era una manera de tener amistades desde muy lejos. Yo tenía una amiga yugoslava (cuando todavía era Yugoslavia, antes de la guerra), un amigo turco, otro de Estados Unidos, una amiga de Suiza; a quienes nunca conocí más que por cartas. Con la que más me mantuve en contacto fue con la yugoslava, Katarina. Nos mandábamos cartas aproximadamente una vez por mes. Nos contábamos acerca de lo que habíamos hecho esas semanas. Nos mandábamos cartas larguísimas, de varias carillas. A las cartas les sumábamos fotos de nuestra familia, casa, mascotas y amigas; para que cada una nos hagamos una idea de la vida de la otra. A veces recibía la carta perfumada o con unas flores secas dentro. Algún dibujo, un origami o un recorte de alguna banda de música. A mí me gustaba escribirle en hojas de colores o en los papeles carta que años antes coleccionaba y por fin les estaba dando uso. También nos enviábamos pequeños regalos como llaveros o imanes o stickers, algo que no fuera interceptado por el correo y que no pesara mucho.
 

Quienes son de mi generación seguro recuerdan como yo esa emoción de abrir el buzón de casa y descubrir un sobre con nuestro nombre. Más aún si las estampillas nos mostraban que esa carta venía de un país lejano.
 

Con Katarina fuimos creciendo y como adolescentes descubríamos que, si bien estábamos en la otra punta del planeta la una de la otra, compartíamos los mismos miedos e intereses. La música que escuchábamos, el chico que nos gustaba y no nos daba bola, las relaciones con nuestras amigas tan intensas como cambiantes. Con los años nos escribimos más esporádicamente pero seguimos en contacto en nuestros años en la universidad, nos compartíamos acerca de nuestros primeros trabajos, novios, etc. Ella me contaba algo de los conflictos en su tierra, cada vez se le hacía más difícil moverse en colectivo para dar clases (era maestra) porque era peligroso.

En el año 1999 me fui a vivir a Inglaterra y planeé visitarla. Vernos por fin la cara, poder abrazarnos, conocernos la voz. Pero entonces estalló la guerra en su zona y lógicamente era imposible ir. Pasó el tiempo, le envié cartas, pero me llegaron de vuelta. Años más tarde la busqué en Facebook apenas surgió esa red social pero nunca pude encontrarla. No supe más nada de ella, no sé si sobrevivió al conflicto, si se mudó, si se casó y cambió el apellido o si emigró de su país. Le perdí el rastro. Pero nunca olvidé esas cartas que nos mandábamos, estando tan lejos y sin nunca vernos cara a cara, nos sentíamos tan cerca.

 

Y vos dirás, ¿qué tiene que ver Katarina con todo esto? Bueno, pensando en esa sensación de recibir sus cartas cada mes, me gustaría a partir de ahora planificar mis correos como una carta que te envío, contándote alguna cosa importante de mi semana alguna “perlita” como la llamamos en casa, o lo que sea que tenga ganas de compartirte, para sentirnos un poco más cerca, por más lejos que estemos.


Esta es la primera de las que deseo que sean muchas.
Que tengas un lindo domingo.

 

Amor y brishitos,

Giselle ✨🫀

@saycheesetolife

Frase de abril:

“La vida es soplar deseos y soltarlos al universo.”

Como a todo lo que hago, a esta newsletter le pongo mucho amor.
Si te gustó, reenviala a quien quieras, compartila en tus redes, o 
invitame un cafecito; 
es una forma de apoyarme e incentivarme a seguir haciendo lo que amo hacer. 

Conseguir mis libros

Seguime en Twitter o Instagram como @saycheesetolife, que vendría a ser algo así como Sonreíle a la vida.

mi web | saycheesetolife  
Este email se creó con Wix.‌ Descubrir más