¡Hola queridos yoguis! Espero que la entrada del verano os haya traído ya una buena carga de bellos momentos. Este verano sin duda va a ser muy diferente y quizá es que de eso se trata el momento que estamos viviendo.

Algunos ya sabéis que en los últimos años me he estado interesando cada vez más por el tema de la astrología. Una de las cosas que más me fascinan es cómo se reflejan los eventos de los astros en la energía que nos rodea. Al fin y al cabo el yoga es todo sobre energía, así que no es de sorprender que ambos campos tengan puntos de contacto.

Curiosamente, la noche del solsticio, en vísperas del eclipse solar, el pequeñín y yo dormimos bastante mal. Personalmente sentía como electricidad en el aire (como cuando hay un runrún de fondo que no te deja dormir). Sentía la cabeza embotada, y eso que el día había sido de lo más calmado. El día después caí en que la energía de lo que se estaba moviendo en el cielo podía haber estado detrás de esa noche movidita en casa.

De ahí que la frase 'como arriba, abajo', explique tan bien cómo los astros influyen en nuestra vida. Hay eventos que podemos percibir perfectamente, como el cambio de las mareas a raíz de los movimientos de la luna. Así que, ¿por qué no nos iban a influir los movimientos de planetas de muchísima más envergadura que el satélite que nos da vueltas? 

No voy a entrar en detalle en temas astrológicos, principalmente porque no es mi campo. Pero sí me gustaría usar la newsletter de este mes para hacer un puente entre estos dos mundos.

Según los eventos que están ocurriendo arriba, el momento que vivimos aquí abajo nos está llamando a dejar caer velos, abandonar patrones antiguos que ya no sirven y en general, preguntarnos qué es lo que queremos en nuestras vidas de verdad. 

El yoga nos invita a hacernos estas preguntas constantemente, porque el objetivo final es conocer nuestra naturaleza esencial y deshacernos de aquello que no nos define y que no nos sirve en nuestro camino de búsqueda hacia ese yo verdadero.

Así que ya sea mirando a los cielos o mirando hacia nuestra esterilla, la meta es la misma. Conocernos mejor y convertirnos en la mejor versión de nosotros mismos. Por lo tanto, las preguntas que os invito a haceros este mes son estas.

 ¿Qué parte de mi vida tengo que dejar atrás?

¿Qué ideas o convicciones no están alineadas con mi esencia?

¿Qué puedo hacer cada día para conectar con mi yo más profundo?

Para contestar estas preguntas, ¿por qué no dedicar unos minutos de meditación para aclarar nuestra visión? Espero que disfrutéis en la búsqueda.

Y como siempre, ¡cuídate mucho!

Con cariño, Anavi