1. La caligrafía fomenta un flujo de pensamiento y de palabras en los jóvenes
Se han realizado numerosos estudios sobre el efecto de la escritura cursiva, y uno de los más influyentes es una investigación de 1976 publicada en la revista Academic Therapy. Este estudio demostró que escribir palabras de forma continua, en contraste con la escritura en letra de molde, promueve una mejor comprensión de las palabras completas en lugar de letras separadas. Después de todo, los humanos pensamos en términos de estructuras, no de sonidos. La caligrafía ayuda a reforzar este proceso.
2. La caligrafía ayuda a los jóvenes a concentrarse en el contenido
Cuando un joven estandariza su escritura, la barrera entre el pensamiento y la acción se minimiza. La caligrafía promueve una escritura más fluida y automatizada, lo que reduce las distracciones y permite que los jóvenes se concentren más en el contenido que están escribiendo en lugar de la forma de las letras.
3. La caligrafía activa todo el cerebro
Aunque la cursiva puede parecer simplemente una forma diferente de escribir, estudios han encontrado que activa vías neurológicas distintas a las de la mecanografía o la escritura en molde.