Hola compañerx. Va acabando este 2021 y como ves, quiero acabarlo con una bomba de título en tu bandeja de entrada. Pero si crees que soy una genia (o una exagerada), debo decirte nada más empezar que esta frase no es mía.
Si me sigues en Instagram habrás visto que durante las últimas semanas he estado inmersa en mi última formación de yoga. Llevaba muchísimo tiempo soñando con tener la oportunidad de aprender de Jana Roemer, mi absoluta preferida guía de Yoga Nidra y probablemente la culpable también de que me picara la curiosidad por el mundo de la astrología.
Si nunca has escuchado sobre Yoga Nidra, ten por seguro que en el futuro compartiré desde mi humilde conocimiento, qué es esta práctica ancestral. Por ahora os quiero compartir al menos, por qué esta práctica es tan potente.
Aunque generalmente se conoce como una práctica de relajación profunda, Yoga Nidra es una técnica con la que reprogramar nuestro sistema. Digámoslo así, a través de esta práctica podemos cambiar la forma en la que pensamos, procesamos y reaccionamos.
El verdadero objetivo de la práctica es dejar caer creencias limitantes que no nos permiten abarcar todo nuestro potencial o transformarlas para sacar lo mejor de nosotrxs mismxs.
Pero entonces, ¿qué es eso de que toda creencia es mentira? Lo cierto es que, con la práctica continua de Yoga Nidra, abrimos una puerta a ver las cosas de otra manera. Nos permitimos mirarnos desde otra perspectiva para ver si lo que siempre habíamos tenido como una verdad absoluta, es en realidad una creencia personal. Y una creencia es algo que siempre puede cambiar, tal como vamos evolucionando.
Es muy curioso cómo esta evolución puede darse. Se pueden ver cambios poco a poco, practicando conscientemente con aquellas cosas que queremos cambiar o persiguiendo algo que queremos manifestar. Pero también es posible un cambio espontáneo. Un momento de epifanía en el que de repente caes en la cuenta que la única barrera que se interponía entre tú y tu felicidad, eran tus creencias, tus ideas preconcebidas.
Leo las cosas que os escribía el mes pasado y me parece increíble cómo el universo nos va dejando mensajes por todas partes. Sobre todo adentro, si estamos dispuestos a escuchar:
"No me da miedo ni vergüenza decir que he cambiado de opinión muchas veces"
y más adelante
"Observo cada creencia que en algún momento tomó forma en mi personalidad y me ha definido, y me pregunto si realmente es cierta o solo una capa más de esta cebolla que voy pelando"
Ahora releo estas palabras y me doy cuenta, que las semillas que sigo regando siempre han estado ahí, lo que más me anima a continuar trabajando en este camino de conocimiento. Así que, antes de terminar el año, os deseo no solo paz, amor, salud, y todas estas cosas que es tan necesario desear. Os deseo también libertad, curiosidad y ligereza de corazón. Porque al fin y al cabo, casi todo lo demás es mentira.
Y como siempre, ¡cuídate mucho!
Con cariño, Anavi