¡ABRACADABRA!
¿Sabías que... a inicios del siglo XX el gran mago "Thurston" en uno de sus actos pasaba a un niño al escenario para que fuera testigo de lo que parecía un milagro ante los ojos de los espectadores?
Lo que la gente veía era a un niño con una cara de asombro que incitaba a la audiencia a aplaudir y a ovacionar al mago, pero lo que realmente sucedía en el escenario era que cuando el mago cargaba al niño frente al truco, el niño podía ver el secreto, al mismo tiempo, Thurston le decía al oído un montón de groserías y amenazas de lo que le iba a suceder si decía algo de lo que estaba viendo.
Esto ocasionaba que el niño hiciera cara de asombro a causa de las groserías que estaba escuchando y no por lo que estaba viendo.
En esa época ningún niño se atrevería a repetir las palabras que el mago le había dicho al oido.