Imagino que si me sigues en Instagram ya conoces mi acrónimo con lo que considero los 4 aspectos más importantes para el cuidado de la salud. Le llamo La M.E.S.A de la Salud e incluye 4 “patas” = Mente + Ejercicio + Sueño + Alimentación.

Me encanta que la Mente sea el primer aspecto, porque encierra un campo infinito para mejorar nuestra salud, tanto física como mental. Y parte de ese campo infinito es por la neuroplasticidad, esa capacidad que tiene el cerebro de irse modificando en respuesta a lo que va viviendo y aprendiendo.

Cada vez se conoce más el beneficio que supone el Ejercicio para la salud a muchos niveles, tanto para la salud física como para la mental. Por ejemplo, el ejercicio es el ansiolítico natural, y con motivo de la pandemia se ha divulgado mucho cómo el ejercicio beneficia al sistema inmunitario.

Debemos ir desterrando la idea de que si robamos horas al Sueño aprovechamos mejor el día, porque durante el sueño se realizan importantes procesos para el mantenimiento del cerebro. Además, sería mejor comprender que en realidad la productividad y el ánimo de cada día van a depender de la cantidad y calidad del sueño de la noche anterior.

Y qué (no) decir de la radical importancia de la Alimentación: “somos lo que comemos”. Por si no era bastante, cada vez recobra más sentido la frase de Hipócrates «sea el alimento tu medicina, y la medicina tu alimento» con todo los que se está descubriendo sobre la influencia de la microbióta (el zoológico que llevamos en el cuerpo, principalmente de bacterias y principalmente en el intestino) sobre la salud y la generación de enfermedades. 
 

La ira, una de las 3 grandes emociones mal llamadas negativas, engloba a toda una familia de emociones que incluye a otras como la rabia, la cólera, la furia, la indignación y el enfado. ¿A que no pensabas que tenemos que dar gracias a la ira? El problema, como siempre, es ver cómo la gestionamos.

El manejo de la ira, como explica Elsa Punset en su Brújula para navegantes emocionales, es uno de los mayores retos en la educación de los hijos, ya que va a condicionar la forma de afrontar muchos problemas presentes y futuros. Sería ideal que todos aprendiésemos con ciertas situaciones a contar hasta 10… o hasta 100. Daríamos tiempo a que el cerebro racional tomase el mando ante una respuesta visceral del cerebro más primitivo. Así habría menos arrepentimientos.

Las respuestas con ira pueden llegar a ser un rasgo de nuestra personalidad, como explica Rafael Bisquerra en su Universo de emociones. Y eso, claro está, va a ser bueno o malo según cómo canalicemos esa energía que se moviliza. A veces aprovechar ciertos ataques de ira puede ser mucho más beneficioso que simplemente reprimirlos.

Esa energía con efectos beneficiosos se ha visto por ejemplo estudiando a deportistas: puede aumentar la precisión en los penaltis en jugadores de hockey y también en los tiros libres de baloncesto, como reveló un análisis con jugadores de la NBA.

También puede tener un efecto beneficioso en el campo de la creatividad, tanto en expresiones artísticas como por ejemplo al realizar una lluvia de ideas, en las que se pueden encontrar soluciones más originales y variadas. Si no existiese la ira, estaríamos a merced de abusos físicos, mentales, laborales y económicos, aparte de poder correr el riesgo de que peligre nuestra vida y la de otras personas.

El otro día propuse a las personas que leyesen mi publicación de ese día en Instagram (suelo poner una todas las mañanas) que se preguntasen cuál o cuáles era/n la/s persona/s más feliz/ces que conocían.

Lo siguiente era valorar por qué las habían escogido, para que nos llevase a analizar lo que consideramos más importante para alcanzar la felicidad. Y todo con un objetivo muy claro: llegar a la conclusión de que el éxito económico social no tiene por qué ir relacionado con la felicidad.

Mencioné cómo está más relacionado con la inteligencia emocional que con la inteligencia empresarial, con la capacidad de amar, la gratitud y el desapego que con el estatus social o económico.

Varias personas mencionaron a sus hijos porque es lógico. Nacemos con la felicidad incorporada y poco a poco vamos poniendo capas de infelicidad encima de ella. Los niños piensan menos en las expectativas y más en las realidades que tienen en cada momento.

Os animo a haceros esa escueta lista de personas más felices y a escribir a su lado por qué consideráis que lo son. Por último escribid qué os falta y cómo alcanzar esas cotas de felicidad, recordando la frase que os mencioné en la Newsletter Nº 2: “Felicidad es ausencia de necesidad”.

Recomendación de alguna publicación

¿Conocéis la Fundación Lo Que De Verdad Importa? La creó la maravillosa María Franco, y tiene como objetivo “la difusión de valores humanos universales en la sociedad, poniendo el foco en promover y afianzar los pilares humanísticos que sustentan la esperanza de un mundo mejor”.

Es muy emotivo conocer cómo surgió cuando, tomando café con madres del colegio de sus hijas, una de ellas le habló del libro que escribió Nicholas Forstmann como legado para dejarle a sus pequeños hijos. Fue durante el último año de su vida, en el que estuvo afrontando un cáncer terminal.

Le pidió leerlo y aquella lectura le hizo recordar una experiencia muy parecida de su propia vida, lo que le hizo cuestionarse: ¿Por qué tienes que esperar a que la vida te golpee para darte cuenta de lo que de verdad importa?

La Fundación lleva más de 120 congresos en 9 países y 30 ciudades diferentes. A los congresos lleva personas inspiradoras con historias de superación o motivación para que, fundamentalmente los jóvenes, no haya que esperar a que la vida te golpee para entender Lo Que De Verdad Importa.

Muchas de estas historias están grabadas y recogidas en el apartado Historias de su página web, y a menudo recomiendo a algunos pacientes que entren a verlas para que encuentren inspiración, motivación y valores con los que afrontar algún duro momento que estén pasando.

Aquí tenéis la página web:

www.loquedeverdadimporta.org

…aquí la historia de cómo surgió la Fundación:

nuestrahistoria.loquedeverdadimporta.org

…y aquí el apartado Historias que os recomiendo mirar:

www.loquedeverdadimporta.org/historias

En la vida no siempre viene el viento de cara, por lo que habrá que coger los remos para seguir avanzando. Así ocurre en la naturaleza y así ocurre en la vida. Cuanto menos pienses en por qué no hace viento y más te pongas a remar con fuerza y decisión, antes podrás salir de esa situación.

Y hasta aquí este primer correo relacionado con el mundo de la salud, las emociones y la felicidad.

Sed felices, buscad la paz y cuidad de vuestra salud

Os lo desea de todo ❤ corazón

Javier Dols Juste