_oración de Navidad
¡Señor Jesús!
Recordando Tu venida, cuando Te exaltaste en el pesebre para traer
luz a las tinieblas, venimos a pedir Tu bendición.
Perdonanos; si muchos de nosotros traemos anhelo y cansancio, asombro
y aflicción, cuando tú nos envuelves en torrentes de alegría.
Tú sabes, Señor, que hemos escalado éxitos ¡Poseemos cultura y riqueza, tesoros
y palacios, máquinas que estudian las constelaciones y aparatos que vuelan en el Espacio! Hablamos de ti - de ti que regresaste de los continentes celestes, en ayuda
de los que lloran en el polvo del mundo, en lo alto de los altos edificios en los que amontonamos consuelo, sin el valor de extender nuestros brazos
a los compañeros que recogías del suelo...
Subrayamos la excelencia de tus enseñanzas, atrapados en la superficialidad, olvidándonos que no has guardado ni una sola piedra sobre la que apoyar tu cabeza,
e incluso ahora, cuando conmemoramos tu día, alabamos tu nombre en torno a
la mesa abundante, cerrando inconscientemente las puertas de nuestro
corazón a los que se arrastran por la calle.
Nunca hemos tenido, como ahora, tanta riqueza y tanta pobreza, tanta inteligencia
y tanta discordia. Tanto contraste doloroso, Maestro, sólo porque olvidamos que
nadie es feliz sin la felicidad de los demás... Despreciamos la sinceridad y caemos en la ilusión, somos ricos en ciencia y pobres en amor. Por eso, al recordar tu humildad, te suplicamos que nos perdones y nos ames todavía...
Si podemos rogarte algo más que eso, perdona la nada que te ofrecemos
a cambio del todo que nos das, ¡y haznos más sencillos!
Mientras la Navidad se renueva, devolviéndonos la esperanza, derrama el bálsamo
de tu bondad sobre nuestras oraciones, y haznos oír de nuevo, Señor, entre las lágrimas de alegría que brotan de nuestras almas, el canto sublime con que los Cielos
te glorifican en la cuna de paja, en el resplandor de las estrellas:
- Gloria a Dios en las alturas, paz en la tierra, buena voluntad para con los hombres.
Emmanuel / Chico Xavier
en Antología Mediúmnica de Navidad