Los sacos o glándulas anales son dos estructuras ubicadas a ambos lados del ano, desplazados hacia distal de este. Presentan conductos de drenaje hacia el recto (última porción del tracto intestinal), a través del cual se vacían por el paso de las fecas, dando un olor característico y reconocible por sus pares. En estados de estrés, miedo, manipulación, entre otras, suelen vaciarse expeliendo un fuerte olor. Dichos sacos se encuentran presentes tanto en gatos como en perros, machos y hembras respectivamente.
En ocasiones debido a circunstancias patológicas (anormales), dichos sacos anales pueden llenarse más de lo normal, se obstruyen los conductos de salida y no se puede liberar su contenido, provocando malestar en nuestros pacientes, pudiendo generar 3 efectos: impactación, abscedación y saculitis. Independiente de lo que ocurra, las razones o causas de origen son variadas, éstas pueden deberse a cuadros diarreicos, tumores benignos, predisposición racial sin causa aparente, obstrucción de los conductos de salida, entre otros.
Dependiendo de la evolución del cuadro es el efecto que veremos:
1. Saculitis: inflamación de la zona perianal por acúmulo excesivo de secreción.
2. Impactación: se caracteriza por la salida de sustancia pastosa a la presión digital, situación laboriosa.
3. Abscedación: caracterizado por salida de contenido purulento mezclado con sangre a la simple presión digital, es decir, cuando presentan contaminaciones de tipo bacteriana
Los pacientes que cursan con esta enfermedad demuestran molestia, en ocasiones arrastran el ano pegado al suelo, caída del tren posterior, lamido de la zona, y en casos más severos no sólo hay una inflamación, si no, la aparición de fístulas perianales. La fistula perianal (puede ser unilateral o bilateral), se denomina como un proceso inflamatorio de la región que rodea al ano que produce una tumefacción dolorosa y molesta con una secreción de material purulento o fecal (incluso puede presentar material sanguinolento) que causa sintomatología diversa como picor, eccema de la piel circundante, dolor y lamido constante. En estos casos, lo que ocurre es que al crecer excesivamente los sacos anales y no pudiendo drenar hacia el conducto normal, generan una presión mayor a lo que su estructura puede soportar, provocando una herida (fístula) en la piel alrededor del ano. En estas circunstancias es necesario realizar limpieza de la zona, drenando los sacos anales en aquellos casos que no hayan fistulado, desobstruir los conductos, realizar limpiezas quirúrgicas en casos de abscedacion y administrar tratamientos antibióticos y antiinflamatorios para revertir el efecto.
¿Cómo lo prevenimos? A pesar de que sea una condición más común en pacientes adultos (sobre 6 años), senior (10 -13 años) y geriatras (mayor a 13 años), no se descarta que ocurra en otras edades, por lo cual debemos mantener una observación al menos mensual de la zona y drenar con ayuda de un médico veterinario cada 2 meses, o bien se puede llevar a cabo en casa por parte de los dueños luego de que se asesoren por un médico veterinaria de cómo se debe realizar dicho manejo. Cabe destacar que existen razas con una predisposición genética a estos cuadros, además aquellos donde la estructura de los sacos anales está afectada o sus conductos de salida presentan algún problema. Por lo tanto, el tratamiento a escoger por cada Médico Veterinario dependerá y variará según su causa de origen, recidivas del cuadro (que aparece cada cierto tiempo), no respuesta a tratamientos convencionales, entre otros.
Dra. Valesca González
Director Médico
Emergencia Veterinaria.cl